Cd. Juarez, Chih.- La verdadera personalidad ingobernable de Julio César Chávez Jr, el peleador que acarrea el prestigio deportivo del padre como un don y como una carga aplastante. El heredero del mayor ídolo del boxeo mexicano enfrenta graves problemas legales: está a punto de ser deportado de Estados Unidos por mentir en su solicitud de residencia y fue vinculado al Cártel de Sinaloa. En México es investigado desde 2019 y en 2023 giraron una orden de arresto en su contra por delincuencia organizada y tráfico de armas. Esta vez sus problemas lo colocan al borde de un precipicio.
El viernes Julio César Chávez padre estaba anunciado como invitado de honor en una función de boxeo en su natal Culiacán. El ídolo popular no acudió. En cambio, fue visto el ayer en la Ciudad de México donde habló apurado mientras trataba de evitar a la prensa para no decir nada que comprometiera el proceso de su hijo.
Claro que estoy destrozado, dijo Chávez mientras trataba de escapar de los medios de comunicación; dejemos que las autoridades actúen; yo confío en ellas, agrega.
Ante la imposibilidad de evadirse, hizo un alto momentáneo para dejar en claro que considera que esta situación que atraviesa su primogénito es una injusticia y confió en que se resolvería pronto.
Mi hijo ha tenido sus desaciertos; cuando estaba mal decía muchas cosas, porque estaba enfermo, pero de eso a que esté involucrado en esas cosas (crimen organizado), meto las manos a la lumbre por él, afirmó el ídolo popular al recordar los años que pasó su hijo presa de las adicciones.
En esos momentos Chávez Jr solía hacer videos por demás extraños en los que era capaz de hacer declaraciones asombrosas. Durante una transmisión en video admitió que conocía al hijo del Chapo Guzmán, a Ovidio, quien hace unos días se declaró culpable de narcotráfico ante autoridades de Estados Unidos. En esa ocasión dijo que lo consideraba buena persona. Es un hecho público que Julito está casado con la viuda de Édgar Guzmán, el primogénito del capo sinaloense.
