Cd. Juarez, Chih.- El rey de Marruecos Hassan II a su pueblo el 6 de noviembre de 1975. Sus palabras fueron el pistoletazo de salida de la Marcha Verde, lo que él llamó una «manifestación pacífica» de unos 300.000 marroquíes enviados por el monarca para penetrar en la colonia española del Sáhara Occidental. Sin embargo, España, que transitaba los últimos coletazos del franquismo, ya había tomado para entonces la decisión de abandonar la zona y no impidió el avance de Rabat.
Cincuenta años más tarde, este territorio de 266.000 kilómetros de superficie y más de 600.000 habitantes, está entre los que la ONU califica como «pendiente de descolonización«. Son 17 en todo el mundo, pero el Sáhara Occidental es desde 1975 la última colonia de África. Es, además, la única de la que Naciones Unidas no recibe informes por parte de su metrópolis, ya que en 1976 Madrid abandonó la zona y se desligó de «toda responsabilidad» con respecto a su administración. Ahora, Marruecos controla el 80% del territorio, la zona más poblada. La parte interior, en su mayoría desierto, sin apenas población ni infraestructuras, está en manos del Frente Polisario, que nació en 1973 como un movimiento de liberación nacional y que fue ganando simpatías en un momento en que la mayoría de la población saharaui apoyaba convertirse en un Estado independiente. Tras la marcha marroquí, miles de locales se convirtieron en refugiados en campamentos como el de Tinduf, al oeste de Argelia.
