Cd. Juarez, Chih.- Al presidente de Joe Biden le bastaron apenas unos minutos después de renunciar a la candidatura demócrata a la presidencia para darle la bendición a quien, muy probablemente, se convertirá su sustituto en este puesto, la vicepresidenta Kamala Harris . Harris no perdió el tiempo y desde el domingo su equipo de campaña comenzó a llamar a los delegados demócratas para asegurarse la candidatura, indicaron fuentes a la agencia Reuters. El esfuerzo dio frutos, pues la noche del lunes, de acuerdo con estimaciones de la agencia AP, habría alcanzado el apoyo de 2,214 de los 3,950 delegados que votarán en la Convención Nacional Demócrata, que se celebra a mediados de agosto. Además, su equipo de campaña anunció más temprano que había podido recaudar más de 81 millones de dólares desde el domingo, lo que muestra que los donantes demócratas también apoyaran su campaña. También recibió una llamada sorpresa del presidente Joe Biden, quien —en sus primeras declaraciones públicas desde que dejó la carrera— llamó a su equipo de campaña a reunirse en torno a Harris. “Abrácenla, ella es la mejor”, dijo el mandatario. Sin embargo, conquistar al Partido Demócrata no es el verdadero reto para Harris, quien enfrentará en las elecciones a un Donald Trump fortalecido después de sobrevivir a un ataque en su contra y listo para atacarla, sino asegurarse los votos de los indecisos y robarle a Trump los votos de las clases medias. Harris ya hizo una declaración de intenciones en su primer discurso de campaña. Además de asegurar que derrotará al expresidente, también dijo que si llega a la Casa Blanca tendrá como prioridad de su gobierno fortalecer a la clase media.