Cd. Juarez, Chih.- Durante el cónclave, los cardenales residen en la Domus Sanctae Marthae, también conocida como Casa Santa Marta, ubicada dentro del Vaticano. Este edificio de cinco plantas, construido en 1996 por orden de Juan Pablo II, cuenta con 106 suites y 22 habitaciones individuales. Cada cardenal ocupa una habitación asignada por sorteo, y se asegura su aislamiento del mundo exterior, desconectando radios, televisores, teléfonos y bloqueando el acceso a internet para garantizar la confidencialidad del proceso. La frase más mencionada entre las muchas antes de iniciar un cónclave es: “El que entra de papa sale de cardenal”. Esta vez, el 7 de mayo, entrarán 133 cardenales con promedio 72 años a la Capilla Sixtina cantando el Veni Creator Spiritus para invocar la ayuda del Espíritu Santo, en la elección de un nuevo papa de la Iglesia católica. En el más fascinante de los procesos de elección, los cardenales, enclaustrados en la Capilla Sixtina sin contacto exterior repetirán frente al fresco de Miguel Ángel El juicio final, al depositar su voto “Pongo como testigo a Cristo el Señor, quien será mi juez, de que mi voto se otorga a quien ante Dios creo que debe ser elegido”. Serán 51 europeos, 37 americanos , 23 asiáticos, 18 africanos, 4 oceánicos, y entre ellos 5 veteranos creados por san Juan Pablo II, 22 de Benedicto XVI y 106 elegidos por Francisco los que dos veces por la mañana y dos por la tarde repetirán ese ritual. Empezando el miércoles con una votación en la tarde.