Sáb. Jul 27th, 2024

Cd. Juarez, Chih.- El tráfico de droga y de especies en México es cada día más estrecho. Los pescadores furtivos y talamontes son obligados a trabajar para el Cartel de Sinaloa o el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que les pagan con metanfetaminas o fentanilo. La sed insaciable de China por especies como la totoaba (conocida también como corvina blanca), el pepino de mar o el abulón ha llevado al crimen organizado a querer controlar ese jugoso negocio. Los carteles de México les entregan esas especies a los comerciantes chinos, quienes a cambio proveen los precursores químicos necesarios para producir la droga. Mientras tanto, la política del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador de no confrontación hacia los carteles y los recortes constantes a los presupuestos de las autoridades de medio ambiente le facilitan la tarea al crimen organizado. El círculo se cierra. Para desentrañar toda esa red interconectada de ilegalidad, la experta estadounidense en crimen organizado Vanda Felbab-Brown ha publicado su última investigación para el Instituto Brookings, Tráfico ilegal de especies en México ligado a China. El informe apunta a un creciente control de las industrias pesquera y maderera de México por parte de los carteles para abastecer la enorme demanda china.

China se ha convertido en un mercado clave para el tráfico de especies de todo el mundo. México digamos que es la última etapa de la expansión en busca de productos de vida silvestre, pero se conoce muy poco al respecto. La gente sabe del tráfico de marfil, de rinocerontes, pangolines o jaguares para el mercado chino, pero se conoce muy poco sobre el alcance del tráfico de especies tanto legales como ilegales desde México hasta China.

Lo que hace del caso de México único y puede que crucial es el papel que juega el crimen organizado y la relación entre las drogas y el tráfico de especies. El Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación están entrando con fuerza en la industria maderera y el tráfico de especies. En muchas ocasiones están usando ese tipo de productos de vida silvestre como una forma de pago para obtener los precursores químicos para elaborar metanfetaminas, fentanilo y opioides sintéticos, también como un mecanismo para evitar las regulaciones bancarias contra el lavado de dinero.

Por admin01

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